Conversaba con algunos twitteros en la última reunión de Heredianos y el tema de nuestra niñez salió a relucir.
Entre los treintones (y un poco más) recordábamos lo bella que fue nuestra infancia, entre milpas, baseball, vacas y vaqueros, tardes interminables de bicicleta y mejengas bajo la lluvia…
Esas alegrías, libertades y demás facilidades que muchos disfrutamos nos pone en franca ventaja, pues entre mejengas de charco y safaris de cafetal, nuestros cuerpos fueron im¡nmunizados contra enfernmedades y padecimientos garantizándonos mucha salud.
El tema de conversación se centró en porque es que los muchachos de hoy en día, ya no son como antes… respuestas obvias sobran y la primera es la inseguridad, lástima que ya no se tenga la libertad que nosotros gozamos; pero aunado a esto, los adultos de hoy, justifica la malacrianza y la mala educación con la frase: “que no vivan lo que nosotros vivimos” como si nuestras limitaciones y carencias nos hicieran daño!!!
Los que están como yo, rondando los treinta y tantos… debemos tener claro que darle a los chicos lo que quieran solo porque nosotros no lo tuvimos es más bien, contraproducente al objetivo de educar como debe ser.
El que ganemos mejor que nuestros papás y que nuestro poder adquisitivo nos abre mayores posibilidades de adquirir bienes, no quiere decir que en efecto tengamos que adquirirlos, aún recuerdo el par de regalitos para navidad y estrenar para el 1º de enero y pare de contar, recuerdo como los juguetes me duraban toda la vida y los zapatos de escuela se estrenaban cada dos años….
Valorar lo que se tiene, ganarse la platilla con trabajos menudos en la casa o fuera de ella deberían ser lecciones del día a día para nuestros hijos.
Saquen el ratito para ver el video que encabeza estas letras, no se van a arrepentir!
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