sábado, 7 de mayo de 2011

De ansias de poder y otras barbaridades


Nunca pensé que estaría tan satisfecho de abandonar las filas del PLN como el día 1° de Mayo…

Y no fue la espantosa concentración de poder que se cierne sobre el Balcón Verde, además de la casa esquinera en Rohrmoser, ni el descarado clientelismo de su maquinaria electoral que monta en el gobierno inútiles funcionarios por amistad, lazos familiares, y/o por ser grandes aportadores de campaña. Mucho menos la incompetencia demostrada con creces de sus militantes que estando en el poder han hecho poco o nada en tantos años, no.

El adolecer de ideología, la carencia triste de vocación de servicio y la falta de escrúpulos, tan palpable como el color verde de su bandera, fueron, en parte, motivaciones suficientes para alejarme de partido de herencia familiar que algunas alegrías colegiales me dio.

El espectáculo que nos dieron los diputados de la fracción verdiblanca el domingo pasado no tiene parangón, ni en mi memoria ni en la de la historia legislativa de tiquicia, el mensaje que nos envían, con el comportamiento prepotente y hasta necio durante la elección del directorio es, además de peligroso, delicado.

El intento fallido de cambiar las reglas de elección durante la sesión solemne, pasándose por el trasero, además de la historia legislativa, el artículo 201 del reglamento de la asamblea, se puede catalogar como berrinche de mejenga, o sea, como voy perdiendo, interpreto las reglas a mi favor.

Sin entrar en detalles, considero que las desaforadas ansias de poder del PLN no tienen límites, se notó de sobra con las desafortunadas declaraciones de Villanueva, que con otro intento fallido, aunque más patético, quiso dar a entender que solo el PLN es capaz de dirigir el congreso, en una franca burla al inteligencia de quienes no votamos por ellos, máxime a sabiendas que en el 1° año legislativo, lo que se hizo fue con ayuda de la oposición, ya que nunca tuvieron mayoría.

Lo que queda es desearle suerte tanto al nuevo directorio, como a la Presidenta que, aunque no me simpatiza mucho, no se le puede desear el mal.

Sinceramente espero que este golpecito que se llevó el PLN haga mella en las actitudes de algunos de sus miembros y que el país y no el poder sean nuevamente su prioridad.

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